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Emily Dickinson
It was not Death, for I stood up (510)

 

 

It was not Death, for I stood up,

And all the Dead, lie down—

It was not Night, for all the Bells

Put out their Tongues, for Noon.

 

It was not Frost, for on my Fles

h I felt Sirocos—crawl—

Nor Fire—for just my Marble feet

Could keep a Chancel, cool—

 

And yet, it tasted, like them all,

The Figures I have seen

Set orderly, for Burial,

Reminded me, of mine—

 

As if my life were shaven,

And fitted to a frame,

And could not breathe without a key,

And ‘twas like Midnight, some—

 

When everything that ticked—has stopped—

And Space stares all around—

Or Grisly frosts—first Autumn morns,

Repeal the Beating Ground—

 

But, most, like Chaos—Stopless—cool—

Without a Chance, or Spar—

Or even a Report of Land—

To justify—Despair.

 

 

 

No era la Muerte, pues yo estaba de pie
 

 

No era la Muerte, pues yo estaba de pie
Y todos los muertos están acostados,
No era de noche, pues todas las campanas
se agitaban bajo el sol del mediodía.

No había helada, pues en mi piel
Sentí cálidos vientos reptar,
Ni había fuego, pues mis pies de mármol
Podían helar un santuario.

Y, sin embargo, se parecían a todas
Las figuras que yo había visto,
Ordenadas para un entierro
Que rememoraba como el mío.

Como si mi vida fuera recortada
Y calzada en un marco,
Y no pudiera respirar sin una llave
Y era como si fuera medianoche.

Cuando todo lo que late se detiene
Y el espacio mira a su alrededor,
La espeluznante helada, primer otoño que llora,
Repele la apaleada tierra.

Pero todo como el caos,
Interminable, insolente,
Sin esperanza, sin mástil
Ni siquiera un informe de la tierra
Para justificar la desesperación.

 

 

 

 

 

 

 

 

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