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Canto XXIII

 

 

 

209 —No te enojes conmigo, Odiseo, ya que eres en todo el más circunspecto de los hombres y las deidades nos enviaron la desgracia y no quisieron que gozásemos juntos de nuestra mocedad, ni que juntos llegáramos al umbral de la vejez. Pero no te enfades conmigo, ni te irrites si no te abracé, como ahora tan pronto como estuviste en mi presencia; que mi ánimo acá dentro del pecho, temía horrorizado que viniese algún hombre a engañarme con sus palabras, pues son muchos los que traman perversas astucias. La argiva [1] Helena [2], hija de Zeus, no se hubiera juntado nunca en amor y cama con un extraño, si hubiese sabido que los belicosos aqueos habían de traerle nuevamente a su casa y a su patria tierra. Algún dios debió incitarla a ejecutar aquella vergonzosa acción; pues antes nunca había pensado cometer la deplorable falta que fue el origen de nuestras penas. Ahora, como acabas de referirme las señales evidentes de nuestra cama, que no vio mortal alguno sino solo tú y yo, y una esclava, Atoris, que me había dado mi padre al venirme acá y custodiaba la puerta de nuestra sólida estancia, has logrado dar el convencimiento a mi ánimo, con tenerlo yo tan obstinado.

 

231 Diciendo de esta guisa, acrecentóle el deseo de sollozar; y Odiseo lloraba, abrazado a su dulce y honesta esposa. Así como la tierra aparece grata a los que vienen nadando porque Poseidón les hundió en el ponto [3] la bien construida embarcación, haciéndola juguete del viento y del gran oleaje; y unos pocos, que consiguieron salir nadando del espumoso mar al continente, lleno el cuerpo de suciedad, pisan la tierra muy alegres porque se ven libres de aquel infortunio: pues de igual manera le era agradable a  Penélope la vista del esposo y no le quitaba del cuello los níveos [4] brazos. Llorando los [5]hallara Eos de rosáceos dedos, si Atenea, la deidad de ojos de lechuza, no hubiese ordenado otra cosa; alargó la noche, cuando ya tocaba a su término, y detuvo en el Océano a Eos de áureo trono no permitiéndole uncir los caballos de pies ligeros que traen la luz a los hombres, Lampo y Faetonte, que son los corceles que conducen a Eos.

 

247  Y entonces dijo a su mujer el ingenioso Odiseo:

 

248 —¡Mujer! Aún no hemos llegado al fin de todos los trabajos, pues falta otra empresa muy grande, larga y difícil, que he de llevar a cumplimiento. Así me lo vaticinó el alma de Tiresias [6] el día que bajé a la morada de Hades procurando la vuelta de mis compañeros y la mía propia. Mas, vámonos a la cama para que, acostándonos, nos regalemos con el dulce sueño.


256 Respondióle la discreta Penélope:

 

257 —El lecho lo tendrás cuando a tu ánimo le parezca bien, ya que los dioses te hicieron tornar a tu casa bien construida y a tu patria tierra. Mas, puesto que pensaste en ese trabajo, por haberte sugerido su memoria alguna deidad, explícame en qué consiste; me figuro que más tarde lo tengo de saber y no será malo que me entere desde ahora.

 

263 Respondióle el ingenioso Odiseo:

 

264 —¡Desdichada! ¿Por qué me incitas tanto, con tus súplicas, a que te lo explique? Voy a declarártelo sin omitir cosa alguna. No se alegrará tu ánimo de saberlo, como yo no me alegro tampoco, pues Tiresias me ordenó que recorriera muchísimas ciudades, llevando en la mano un remo, hasta llegar a aquellos hombres que nunca vieron el mar, ni comen manjares sazonados con sal, ni conocen las naves de purpúreos flancos, ni tienen noticia de los remos que son como las alas de los bajeles. Para ello me dio una señal muy manifiesta, que no te quiero ocultar. Me mandó que, cuando encuentre otro  caminante y me diga que voy con un bieldo [7] sobre el gallardo hombro, clave en tierra el remo, haga al soberano Poseidón hermosos sacrificios de un carnero, un toro y un verraco [8], y vuelva a esta casa donde ofreceré sagradas hecatombes a los inmortales dioses que poseen el anchuroso cielo, a todos por su orden. Me vendrá más adelante, y lejos del mar, una muy suave muerte, que me quitará la vida cuando esté abrumado por placentera vejez y a mi alrededor los ciudadanos serán dichosos. Todas estas cosas aseguró Tiresias que habían de cumplirse.

 

 

 

 

 

 

[1]  argiva, natural de Argos o de la Argólida.
[2] Helena es un personaje de la mitología griega. Considerada hija de Zeus y pretendida por muchos héroes debido a su gran belleza, fue seducida o raptada por Paris, príncipe de Troya, lo que dio origen a la Guerra de Troya.

[3] ponto, [poético] 'mar', masa de agua salada en el planeta terrestre.

[4] níveo, [poético] de nieve, o semejante a ella.
[5] Eos, en la mitología griega era la diosa de la aurora, que salía de su hogar al borde del océano para anunciar a su hermano Helios, el Sol.

[6] Tiresias, en la mitología griega, fue un adivino ciego de la ciudad de Tebas. Aparece este adivino en el Canto XI de la Odisea: Odiseo, con el fin de averiguar las circunstancias en que se desarrollará su regreso a Ítaca, viaja al Hades para consultar a Tiresias.
[7] bieldo, instrumento para beldar, es decir, para aventar las mieses, legumbres, etc., trilladas, para separar del grano la paja.
[8] verraco, 'cerdo'.

Introducción

 

1. Busca información acerca de Homero y escribe un texto de diez líneas sintetizándola.
 

Contextualización: el autor y su obra. Género


2. Escribe el argumento de la Ilíada en un máximo de quince líneas. Explica qué relación tiene la aventura de Ulises con el argumento de la Ilíada.

 

3. Di a qué género literario pertenece la obra de la que procede el fragmento que has leído

 

Estructura Externa. Análisis métrico


4. El poema está escrito usando hexámetros dactílicos, agrupados en series indefinidas de versos. Cada línea de la Odisea original estaba formada por seis unidades o pies, siendo cada pie dáctilo o espondeo. Los primeros cinco pies eran dáctilos y el último podía ser un espondeo o bien un troqueo. Los distintos pies van separados por cesuras o pausas.

 

5. Lee el fragmento del Canto XXIII de la Odisea y realiza estas actividades.
 

a.- Sitúa este fragmento en la estructura y en el argumento de la Odisea.
b.- Resume su contenido.
c.- Di quién es el narrador y en qué persona se expresa. Anota algún fragmento para demostrar tus afirmaciones.
d.- Di dónde se desarrolla la acción de este fragmento.
e.- Caracteriza al héroe y a su esposa, Penélope

 

Conclusión 

 

6. Localiza en el texto que has leído los elementos característicos de la épica griega y enuméralos.

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